Mantas con peso en verano: consejos para su uso en clima cálido

Las mantas con peso se han establecido como un método eficaz para promover el sueño y la relajación. Pero, ¿qué pasa con el uso de mantas con peso en verano, cuando las temperaturas suben? En este blog le damos algunos consejos sobre cómo usar nuestras mantas terapéuticas también durante la temporada calurosa.

Materiales transpirables

Gracias a los materiales transpirables que usamos para la producción de nuestras fundas, se garantiza la circulación del aire y se reduce la acumulación de calor bajo la manta. Las fundas de algodón 100% pueden tener un efecto refrescante y ayudar a regular la temperatura corporal. Podrían ser una buena opción para quienes no quieren renunciar a los beneficios de una manta con peso incluso en verano. Nuestras fundas de algodón pueden adquirirse tanto directamente con los modelos de mantas terapéuticas como fundas de repuesto en nuestra página web.

Ajustar la clase de peso

En verano puede ser más agradable elegir una clase de peso más ligera. En lugar de una manta pesada, puede probar una con menos peso. Esto le permite disfrutar de la presión deseada y el efecto calmante de la manta con peso sin sentirse demasiado caliente.

Ajuste temporal

Cuando hace mucho calor en verano, puede ajustar el tiempo de uso de la manta con peso. Por ejemplo, use la manta solo poco antes de acostarse, cuando la temperatura ambiente haya bajado. También puede usarla solo durante el momento de quedarse dormido y luego apartarla para evitar el sobrecalentamiento.

Climatización del entorno de sueño

Asegúrese de que su entorno de sueño esté agradablemente fresco y bien ventilado. Use un ventilador o aire acondicionado para regular la temperatura de la habitación. Esto reduce la sensación de calor bajo la manta con peso y crea un ambiente de sueño más cómodo.

Elegir ropa de cama ligera

Complete su manta con peso con ropa de cama ligera y transpirable. Las telas de algodón o lino son adecuadas para el verano, ya que absorben la humedad y permiten una buena circulación del aire. Evite mantas y almohadas pesadas o mullidas que puedan retener calor adicional.

Tener en cuenta las preferencias personales

Cada persona percibe las temperaturas y el confort de manera diferente. Escuche a su cuerpo y ajuste el uso de la manta con peso en consecuencia. Si se siente incómodo o suda en exceso, puede ser mejor quitar la manta temporalmente o usar una más ligera.