Las mantas terapéuticas generan, con su peso relleno, una sensación de pesadez que se percibe al colocarlas sobre el cuerpo mediante la relajación. La presión profunda que se produce transmite al cerebro la misma señal que se genera en un abrazo cariñoso.

Las mantas pesan hasta 12 kg y se pueden elegir individualmente según el peso corporal y la sensación personal.

Con un peso adecuado, se fomenta la liberación de la hormona de la felicidad serotonina y de la hormona del sueño melatonina, y al mismo tiempo se reduce el nivel de cortisol (la llamada hormona del estrés).

El resultado es una sensación eufórica de relajación total del cuerpo y del sistema nervioso.

El peso no solo influye positivamente en el sueño, al permitir alcanzar fases de sueño profundo más rápidamente, sino también al relajarse en el sofá, leyendo o viendo la televisión. Un descanso adecuado del cuerpo y la mente, que se puede lograr mediante la mejora de la calidad del sueño y una relajación intensa, sin duda influye en el estado de salud y en la vida laboral.

El uso de la manta puede reducir el nivel de estrés, resolver problemas de sueño y aumentar la productividad. La serenidad y el equilibrio reemplazan la irritabilidad y la inquietud interior.